miércoles, 7 de noviembre de 2018

El cometa de Bart y los dinosaurios

Un meteorito, dos meteoritos

Los capítulos de Los Simpsons, como de cualquier producto cultural, en cierta medida reflejan su época. Dentro de diez mil años, cuando ninguno de nosotros siga acá, los arqueólogos del futuro podrán conocer 30 años de nuestra historia -y contando- a través de Los Simpsons. Tenemos muestras de la historia política y cultural pero, escondidos por ahí, también de la historia científica.



Esta de acá tiene que ver con un cometa llamado Bart Simpsons y la extinción de los dinosaurios. No sé si sea solo mi conocida afición por los saurópodos, pero el conocimiento de que los grandes reptiles se extinguieron debido a un impacto de meteorito cerca de la costa de Yucatán me ha acompañado casi toda la vida. 

¿Desde cuando sabemos esto? ¿Mediados de 1800? ¿Principios de 1900?

En realidad, desde 1994.


Humor Schwartzwelder

El episodio El Cometa de Bart es el episodio catorce de la sexta temporada y salió al aire por primera vez el domingo 5 de febrero de 1995. Fue escrito por John Schwarzwelder, el escritor de algunos de los episodios más queridos y mejor recordados. 

A diferencia de cualquier telenovela, de una serie, o de la muy peculiar South Park, un episodio de los Simpsons tomaba más de un año desde que es escrito hasta que sale al aire. Según la Wikipedia y la Simpsons Wiki -y los comentarios del capítulo- la inspiración del capítulo llegó de una portada de la revista Time. 


Esa portada de mayo de 1994 hace referencia a una serie de meteoritos que impactaron con la superficie de Júpiter entre el 16 y el 22 de junio de ese año. Los meteoritos, el mayor de ellos conocido como el Cometa Shoemaker-Levy 9, habían sido apenas descubiertos en marzo. El más grande de todos los fragmentos, el fragmento G, pegó con una fuerza de más de 6'000,000 megatones de TNT, mayor a todo el armamento nuclear de entonces. 

Este fenómeno mostró de manera concluyente y definitiva, que la colisión de un meteorito con la superficie de la Tierra podría generar una catástrofe inmediata, que sin duda desencadenaría una extinción masiva. O sea que, hasta antes de eso, la gente todavía tenía sus dudas. Y con razón, pues la teoría había sido propuesta apenas unos años antes. 


Carrera al fondo

En la primera semana de 1980, Walter y Luis Alvarez, hijo y padre, anunciaron la teoría de que los dinosaurios no se habían extinguido a lo largo de miles de millones de años sino como consecuencia de un impacto de meteorito. Su principal prueba eran muestras de suelo, de todos los rincones del planeta, que mostraban una capa de iridio entre 300 y 500 veces lo normal, aproximadamente a la misma profundidad. Luis Alvarez había ganado un premio Nobel por su trabajo en física nuclear, y recibieron el apoyo de Frank Asaro, el químico del laboratorio Lawrence Berkeley que les ayudó a estudiar las muestras. 

Aunque la idea de impactos extraterrestres habían sido propuestas en años anteriores, la teoría de los Alvarez fue recibida con extremo rechazo. Aunque las ideas contrarias estaban repletas de agujeros, eso era justamente lo que faltaba a la teoría de Luis y Walter Alvarez: un enorme agujero en el suelo que hubiera sido el lugar de impacto del dichoso meteorito. 



Coincidentemente, porque la ciencia avanza así más seguido que no, un geólogo llamado Gene Shoemaker llevaba años trabajando en un meteorito en Iowa, completamente cubierto por el paso de los años. Él tenía un sitio y con la teoría de los Alvarez, ahora tenía un enorme proyecto de investigación en manos. 

Tras casi una década de investigación tanto por el servicio geológico estatal como por el nacional, el cráter de Iowa resultó no ser el correcto. El sitio correcto había sido descubierto en 1952 por Pemex, Petróleos Mexicanos, tenía 190 millas de diámetro, 50 millas de profundidad, y se encontraba en la costa de Yucatán, en Chicxulub. 

Es el mismo Shoemaker cuyo nombre forma parte del Cometa SL9. El impacto de los meteoritos, algunos no más grandes que una montaña, fue tan devastador sobre la superficie de Júpiter que despejó toda duda sobre lo que realmente había pasado con los dinosaurios. 



Una buena, una mala

De hecho, Armageddon (1996) está basada en una escena de seis segundos de este capítulo: 



Y si la fiebre de cometas ocurrió apenas en 1994, ¿por qué está tan firme en el imaginario científico colectivo? En una de esas, quizás se lo debemos a la familia amarilla y a una época de menor polarización ideológica. 

La mala es que los astrónomos descubrieron los cometas que se impactaron con Júpiter apenas unos dos meses antes del evento, así que si alguno de ellos anda suelto en el espacio y viene directo contra la Tierra probablemente nos enteraríamos unos segundos antes nada más. 






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